GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ: ACERCA DEL AMOR, EN ALGUNAS DE SUS OBRAS
El amor es, en la obra
literaria de García Márquez, un tema transversal. Recurre a él cada vez que
puede; sin embargo, le ha dedicado específicamente hasta tres obras. Nosotros basamos nuestra
recopilación en dos:
ü El amor en los
tiempos del cólera (1985) y
ü Memoria de mis
putas tristes (2004).
Dejemos, entonces, que él
hable directamente sobre el amor a
través de este conjunto de expresiones que bien podrían servir de motivación
para que, sobre todo, la juventud ávida de lectura, aborde con mayor interés al
Nobel colombiano.
Los débiles no entran jamás en el reino del amor... No hay mayor gloria que morir por amor... Lo único que me duele de morir es que no sea
de amor... comprobar
una vez más que los síntomas del amor son los mismos del cólera... Tenía
que enseñarle a pensar en el amor como un estado de gracia que no era un medio
para nada, sino un origen y un fin en sí mismo... La aparición de un hombre sin mujer como
Florentino Ariza, joven y limpio, fue para ella un regalo del cielo, porque
desde el primer momento se dio cuenta de que era igual que ella : un
menesteroso de amor... La gente que uno quiere debería morirse con todas sus cosas... ya muerto en vida,
pero resistiéndose todavía un último minuto al coletazo final de la muerte para
que ella tuviera tiempo de llegar. Alcanzó a reconocerla en el tumulto a través
de las lágrimas del dolor irrepetible de morirse sin ella y la miró por última
vez para siempre jamás (...), y alcanzó a decirle con último aliento: - Sólo
Dios sabe cuánto te quise... Sólo podía estar enfermo de amor... Es feo y triste –le
dijo a Fermina Daza-, pero es todo amor...
No hay mujer que merezca tanto... Recuerda siempre que lo más importante de un
buen matrimonio no es la felicidad sino la estabilidad... Aprovecha ahora que eres joven para sufrir todo lo que
puedas – le decía- , que estas cosas no duran toda la vida... Tranquilo,
Dios te espera en la puerta.(El amor en los tiempos...)
No hay peor desgracia
que morir solo... Ay
de mí, si es amor cuánto atormenta... Por ellas tomé conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado
al mundo no son los amores felices sino los contrarios... Siempre había entendido que morirse de amor no era más que una licencia
poética...
ÉLDER A. PURGUAYA
LÁZARO
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